Cualquiera el verdor de las hojas que pisamos
Seguiremos susurrando aquellas horas
Las maneras de abrazarte han de ser las mismas
de aquel día de junio
Tu pensamiento y el mío que caminan sin trabas
por el viento del sueño
El reflejo del hombre que a veces soy
tú lo compones
Y mi ser de mujer
tú lo traduces
Luna de pan que mira mientras te invoco
Yo sé quedarme suspendida en el aire
Y atravesar mi propio corazón
con tus locuaces rizos
Sé que mi mirada caída
me cuenta algo del alma
Sé que cada cierto tiempo
necesito encontrarte
Y habitas en mis días. Mis días con otros
Cuando tu y yo alimentamos nuestras ganas de nosotros
Todos los imanes que existen en cada palabra que nos decimos
Trabajan
Si descanso
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